Las gafas Vision Pro de Apple: ¿una visión prometedora o una innovación excesiva?
Desde el lanzamiento del revolucionario iPhone en 2007, Apple se ha labrado la reputación de ser una empresa rompedora que redefine constantemente la forma con que interactuamos con la tecnología. Con cada nuevo producto, Apple ha ido revalidándose en este ámbito y los apasionados de la marca esperan ansiosos cada uno de los nuevos lanzamientos. En esta ocasión, el pasado lunes 5 de junio en la conferencia de desarrolladores mundial WWDC, Apple ha dado un paso audaz hacia el futuro con la presentación de sus primeras gafas de realidad mixta, las Vision Pro, un dispositivo con un precio cercano a los 4.000€ que promete llevar esta tecnología a un nivel completamente nuevo y nunca visto.
“Hoy marca el comienza de una nueva era para la informática”, ha dicho Tim Cook orgulloso de su nuevo producto".
Las gafas han generado un gran revuelo en la industria tecnológica y entre los consumidores, y no es para menos. La realidad aumentada y mixta han sido objeto de interés y pruebas durante años, pero hasta ahora su implementación ha sido limitada, desordenada e inmadura. Muchas empresas han intentado abrirse paso pero solo han dejado un rastro de dispositivos aparatosos e imprácticos. No ha sido hasta ahora, con la presentación de las Vision Pro que todo ha tomado forma. Con su experiencia creando dispositivos elegantes e innovadores, Apple ha conseguido acercar esta tecnología a las masas con un dispositivo muy intuitivo, "friendly" y atractivo.
Sin embargo, como con cada gran salto e innovación tecnológica de este calibre, surgen preguntas y preocupaciones legítimas: ¿Hasta qué punto debemos incorporar la realidad aumentada o mixta a nuestras vidas? ¿Realmente lo necesitamos? ¿Qué implicaciones tendrá en nuestra privacidad? ¿Afectará a como me relaciono con mi familia? ¿Para qué lo voy a usar realmente? ¿Me recluirá y aislará de los demás? ¿Necesitamos unas gafas de realidad aumentada para mejorar nuestra experiencia digital?
Todas estas preguntas, aún sin resolver, acontecen incluso cuestiones éticas y sociales y será trabajo cada usuario encontrar las respuestas. Y aunque todo parezca incierto, y si bien es cierto que es imposible predecir el futuro, lo que sí es seguro es que esta tecnología tiene un potencial extraordinario, tanto para usuarios como para desarrolladores, y cambiará la forma en como interactuamos con el mundo digital de una manera u otra.